Grupo de 12 a 18 años.

El objetivo de esta sesión fue convocar a las personas conocidas de lxs participantes que habían aparecido la semana anterior, para compartir experiencias e historias que estaban relacionadas con el territorio. Ahora bien, los ritmos y horarios de la ciudad no nos permitió este encuentro, lxs participantes vinieron sin nadie. Así, que buscamos otra forma de vincularnos con el territorio y su habitantes. ¡Qué mejor manera que una búsqueda!.  «Somos mayores, pero en realidad, nos encanta jugar»

Buscar la torre de La Torre puede parecer fácil, pero si lo piensas, te das cuenta que todavía es más complicado cuando en la actual imagen del barrio hay un montón de edificios altos. Por definición una torre es un “edificio de mucha más altura que superficie” (RAE) pero distinguir algo así en el siglo XV no es lo mismo que el siglo XXI ya que todos los edificios contemporáneos son muchísimo más altos que los de la antigüedad. Claramente para alguien que entra por primera vez en el barrio desde la v-30 puede pensar que son los enormes cadáveres de cemento de las fincas abandonadas a mitad de construcción que se pueden ver desde un kilómetro de distancia. Sin embargo, esa es la mirada de alguien que no tiene una relación cercana y constante con el territorio. ¿Y si los que la tienen ya no saben sus historias? ¿Y si de la multitud de edificios antiguos que se parecen a una torre, ya no se puede distinguir cual es la original? Para averiguarlo, salimos a preguntar ¿Cuál es la torre de La Torre y donde está?

De esta manera, hicimos dos grupos y dividimos el barrio en dos partes, de la avenida Real de Madrid para arriba y para abajo, pese a que estos límites desaparecieron al final. En seguida desde los propios grupos salieron dos puntos de referencia. El primero era la chimenea que está detrás de la antigua fábrica de trigo y el segundo era un edificio antiguo que tenía la forma de una torre que está en la avenida mencionada anteriormente. Lo curioso es que en los dos grupos había personas que estaban fuertemente convencidos que la chimenea fue lo que nombró el barrio.

«Es la chimenea, porqué la vi en un mercadillo de navidad dentro de una bola de nieve!», «Sí, es muy antigua»

El otro edificio, bien escondido e incorporado con el resto de las fincas más modernas tenía un aspecto muy antiguo pero al mismo tiempo está habitado, por lo podrías confundir con una finca normal y corriente. Preguntamos en bares, tiendas, a personas paseantes….que nos aseguraron de la posibilidad de que fuera esta última, pero lo más importante es que nos enriquecernos con sus propias historias. Desde un bunker subterraneo que se construyó durante la guerra civil para proteger sus habitantes de los bombardeos, hasta un pasadizo bajo la torre, o un nuevo nombre para el barrio:

«Historias no sé, pero este barrio se debería llamar pasarela, porque todo el mundo pasa de largo!»

Seguramente, el territorio desde su pasado de ser un pueblo de huerta y sede de muchos guardias civiles hasta la crisis del ladrillo y los cuerpos cementosos del Sociópolis ha cambiado mucho y su personalidad es un proceso en constante cambio o en construcción, suma de muchas historias.

Para recuperar toda esta información y darle forma a nuestra imagen del barrio, decidimos agruparnos en nuestra sede. Allí cada unx comenzó a diseñar una postal para La Torre, basada en sus experiencias, en la información que sacamos y en nuevas propuestas de mejora. De esta manera, con tijeras, colas, rotuladores y una montaña de periódicos a través del collage plasmamos todo lo que nos parecía interesante. 

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