Por fin cesa la lluvia el día que toca exploración en Campanar. Por eso nos congregamos en la parte antigua del barrio, en la misma plaza, para empezar desde ahí nuestra incursión.

Qué maravilla estas callejuelas de casas bajas antiguas, recordándonos su pasado como pueblo… y qué absoluto contraste con la parte nueva de Campanar. Bajo del campanario que da nombre al barrio partimos hacia el colegio de la mayoría de exploradoras. La sensación de seguridad, dadas las dimensiones de los espacios, las calles peatonales y la regulación de velocidad, es casi total.

Tras visitar el colegio, corremos a encontrarnos con Carlos Esteban, un vecino que nació en el barrio, que nos espera en el Casino.

Allí nos recibe y nos explica, entre otras cosas, la importante labor de un casino en la antigüedad.

«¿Qué es un casino? Esto es un bar de abuelos».

Carlos tiene el detalle de acompañarnos a visitar el centro del barrio y durante el trayecto nos desvela un montón de curiosidades que el grupo recibe con interés.

«La cruz de la plaza es un recordatorio del cementerio. Todo eso antes eran tumbas. Como tuvieron que quitarlas, quisieron rendir un homenaje con la cruz que hay en el centro».

La historia del cementerio fascina al grupo. Bocas abiertas de par en par. Pero también prestan mucha atención al resto de explicaciones: la calle apodada «Dels porcs», las puertas de gran tamaño para acceder con los carros, o la casa más antigua de la barriada… Vamos haciendo fotografías para que nada se nos olvide… ¡después habrá que ponerlo en nuestros diarios!

Acabamos la jornada exploradora (por fin completa) abordando el aseo del Casino mientras el resto miramos el mural de la casa de en frente. Unas mujeres tomando la fresca. Memoria, costumbres y distintos colectivos están presentes en el barrio. Las calles son nuestro testimonio y reflexionamos sobre ello.

Las mayores, como Carlos Esteban, son nuestro patrimonio. Conectamos para ampliar vínculos y conocer nuestras raíces.

¿Y Rovelló? Pues de vez en cuando, buscamos en algún agujero y seguimos poniendo carteles. Por si hubiera suerte.

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