No nos lo podemos creer…. ¡Otro miércoles que llueve!… Pero como somos valientes y la lluvia tan ligera, decidimos salir del centro de juventud. ¡Volvemos a recorrer Campanar! Repartimos las lupas y las cámaras de fotos, que comparten entre todas.
Nos acercamos a los parques y, por primera vez, exploramos una zona con diversos comercios: bares, quioscos, farmacias… Tienen tanta ilusión por registrar cada uno de los espacios que conforman el barrio que hacen muchísimas fotos. Todo quieren documentarlo: un cartel, un nombre de calle, un mural… ¡Incluso nos topamos con Frida Kahlo!
Las paradas en los parques son casi obligatorias. Aunque todo está mojado, juegan sin reparar en ello. Son muchos días de lluvia en Valencia y es evidente que precisan de actividad física en espacios abiertos.
«Éste el parque del tobogán que hace fiu fiu»…
La lluvia se intensifica y volvemos, un tanto decepcionados por no poder completar ninguna sesión de exploración, a nuestro centro de operaciones. Allí aprovechamos para rellenar nuestros cuadernos de bitácora, el diario de ruta donde registramos cada salida desde la percepción individual (una foto, una hoja, un dibujo, una flor…). Con estas libretas haremos memoria para trazar una cartografía sensible del barrio. Toda exploradora toma notas, claro que sí.
A partir de la exploración de la semana pasada, con las muestras recogidas y las fotografías que realizaron, van dotando de contenidos a sus diarios.
Están muy concentradas en la tarea: añaden textos, dibujos y cualquier cosa que les sirva para documentar su proceso de exploración. ¡Esto marcha!