Grupo de 6 a 12 años. La Torre. Hoy venimos con un as bajo la manga, pero tendrá que esperar. Es momento de confeccionar unas postales para enviar a Educación, unas que reflejen el presente, otras para soñar con el futuro del barrio.
Se aventuran con el futuro e imaginan situaciones imposibles desde lo cómico.
«¿Puedo poner que quiero ser el Rey de La Torre?»
Insistimos en la oficialidad del envío. Saben que llegará a las instituciones, pero aun así muestran su escepticismo.
«Nadie nos hará caso».
Es bonito comprobar que el encuentro con Sedajazz sigue presente en la memoria del grupo. Hay un runrún constante de aquella vivencia y A. escribe sobre ello en una de sus postales.
Las acabamos y las metemos en un sobre. Les pegamos el sello. Ya están listas para ser enviadas.
Llega el momento del as. La sorpresa. En la sesión anterior, la entrevista con la panadera nos hizo reflexionar sobre las posibilidades de la investigación periodística. Es un grupo activo y participativo. Con ganas de hablar y descubrir. Así que íbamos a empezar a realizar un vídeo y tomar declaraciones para ampliar nuestros conocimientos del barrio y sus gentes.
El proceso de vinculación se enriquecería. O eso esperábamos.
Sacamos una cámara de vídeo, una cámara de fotos, una grabadora y un trípode. Anunciamos en qué va consistir la actividad. Periodismo de investigación. La idea entusiasma.
Pero no podemos salir sin más a la calle. Hay que trazar un plan. Trabajar en precvio. Empiezan por elaborar un cuestionario para las personas entrevistadas. Comentamos cómo asaltar a las personas, con educación y respeto, brindándoles todas las posibilidades: vídeo, audio, escrito. También apuntan qué lugares quieren grabar para respresentar al barrio en el pequeño reportaje final. Y entonces, sí, salimos.
Hay peleas por el material. Pero se solventan con turnos. Entrevistamos al frutero, a la dueña de un bar, a una familia en el parque, a un par de personas de una terraza… Se nota que disfrutan de la actividad. Vamos añadiendo visiones y perspectivas a nuestro puzzle de exploración. Son nuevos vínculos humanos, la mayoría pertenecientes al barrio.
Hay mucha motivación. Buscan lugares donde extraer más entrevistas. Y proponen a casi cualquiera que se nos aproxime. De hecho, descuidan un poco la toma de espacios por la recogida de declaraciones. Lo humano triunfa.
«¿Preguntamos a esa mujer? ¿o a ese de ahí?»
Les cuesta formular preguntas nuevas, no se salen del guión. Pero su actitud valiente y proactiva nos dice que pronto lo harán. A esta actividad todavía le queda mucho.